viernes, 26 de diciembre de 2008

La domadora de sentimientos

El circo está lleno. Y la función está a punto de comenzar. Las luces se apagan y la música, esa que te conoces de memoria, ya retumba en la pista. El público aplaude mientras te manejas con desenvoltura ante la fiera.

La conoces. Crees conocerla, al menos. Te muestras, y se muestra. Al fin y al cabo se trata de eso, de desarrollar el trabajo que tantos sinsabores te proporcionó durante años. Un trabajo para el que, definitivamente, tú no naciste.

Sin embargo, esta noche ella se deja hacer. Incomprensiblemente sigue tus instrucciones de una manera religiosa, casi espiritual. Y te creces. Y al crecerte ella se crece, y con vosotros el público, que estalla en aplausos ante la ceremonia que se está desgranado ante sus perplejos ojos.

De regreso al camerino, vuelves a recuperar la fe en tí mismo.

P.D. Me permito dejaros la que creo canción más elegante (no se me ocurre otro adjetivo mejor) del año que ahora termina. Disfrutadla hasta el último suspiro!

2 comentarios:

javi dijo...

aplaude paolo, que este caballero ha vuelto a deleitarnos con una de sus fantasticas y reflexivas entradas...
-bravo, bravisimo

irene buscando la felicidad dijo...

Mi fiera se ha descontrolado y me tiene acorralada, no se cómo salir de ésta situación.
Quién me mandaría a mi meterme en el circo....