Desde hace unos días, y dadas las circunstancias, todas las tardes veo como largas hileras de autobuses de diferentes paises se alinean pasado el puente de Piedra. Puede parecer una estupidez, pero me siento bien pensando en la cantidad de gente que este verano ha pensado en visitar esta queridisima ciudad.
Filas de autobuses descansando mientras sus ocupantes se cansan