viernes, 29 de febrero de 2008

Todo llega...al final

Nunca me creí capaz de ninguna de las dos cosas. Pero al final se realizaron, sin yo quererlo y en los momentos más inesperados. Quiero decir, sin planificarlo demasiado. Más bien poco. Por un lado, marcharme un año fuera de España, a Italia. Por el otro, tener mi propio coche. Eso sí, de segunda mano, pero mío.
Ambas cosas me llegaron, quizás, un par de años tarde que al resto de la gente (siempre he tenido la impresion de que todo me llega, pero un par de años más tarde que a los demás). Y con ambas cosas, en sus respectivos niveles, aprendí y disfruté como un niño pequeño.

...Hoy, despues de años, he terminado de saldar mi deuda con la señora banca por las dos cosas...y se que, aunque esté metido de lleno en el pago de mi casa. Esa deuda tambien se saldará algún día, eso sí, un par de años despues que el resto de la gente...


2 comentarios:

artimaña dijo...

Me siento muchas veces como tú, siempre tarde. Pero creo que lo importante es que las cosas lleguen. Cada cuál con su bioritmo.

Javi dijo...

Tereeeeeee!!! Me ha hecho ilusión que escribas!!. Prometo hacerlo yo en el blog con el nombre más certero de todos (A mi, incomprensiblemente tambien me gustan los Lunes)...
Por otra parte, es verdad. Las cosas siempre llegan, y a veces tarde es mejor que demasiado pronto!!
Muac