viernes, 30 de noviembre de 2007

Viernes. Fin de Noviembre.

Noviembre..."Sweet November", creo recordar. Paralelamente, y en mi caso, el peor mes de todo el año, de todos los años. Noviembre siempre me pareció que sobraba del calendario. Una sensación solo comparable a cuando la oscuridad de las seis de la tarde de pronto aparece en tu vida. Y esta oscuridad solo se hace presente, así tan de repente, en Noviembre.



Volví a Verona, y de Verona volví a Zaragoza. Como hago siempre. Como siempre haré. Me gustó reencontrarme con pedacitos de mi vida esparcidos por las plazas y las osterie veronese, volver a beber el vino de la Valpolicella, volver a comer pizza de verdad y volver a montar en bici de noche por sus calles. No me gusto reencontrarme con el humedo frio del Norte de Italia, con la extraña doble moral de sus habitantes ni con la falta de luz que hace que eche de menos mi ciudad de siempre cada vez que cojo el avión para cruzar, primero los Pirineos y despues los Alpes.



PD: Ya estoy convencido, en cuanto vuelva a ver el escarabajo gris en mis narices le endosaré esa maldita nota a la niña Wolswagen classic. Lo tengo decidido.


1 comentario:

Paula Marco dijo...

Noviembre está triste, se sintió despreciado, que tendrá febrero (ese mes tan soso) que ha ganado a noviembre?? Precioso lo de Verona, me has transportado en bcicleta hasta sus calles!
Un besazo!! Y si!! deja la nota ya!!